Los siguientes aspectos no son los únicos para determinar la salud de un negocio, sin embargo, la falta de cualquiera de ellos impide el correcto funcionamiento de nuestra empresa.
- Se cuenta un plan que abarque una meta a alcanzar y que tenga definido un periodo de tiempo.
- Nuestra propuesta de valor está alineada o actualizada con base en los requerimientos de nuestros clientes.
- Los procesos generales de la empresa están enfocados en agregar valor al cliente.
- Los colaboradores tienen clara su descripción de puestos y como abona su trabajo al proceso general.
- Tenemos los métricos adecuados que nos permiten definir si estamos acercándonos o alejándonos a la meta.